
PRECIO: 50 Euros
No fue Madrid ni Barcelona, ni ninguna capital de provincia la primera ciudad española en iluminarse eléctricamente. Es más, casi no era una ciudad, era una pequeña villa en la cornisa cantábrica que contaba con la fortuna de que en ella nació un hombre insigne: Antonio López López, primer Marqués de Comillas, que después de marcharse a hacer las Américas, volvió a España tan inmensamente rico y poderoso que llegó a alternar con el rey Alfonso XII, el cual le concedió el título de marqués de su pueblo natal.
Comillas fue, gracias a la intervención del indiano Antonio López, la primera ciudad española en contar con luz eléctrica en sus calles y eso ocurría el año 1881, apenas un año después de que la electricidad hubiera alumbrado una ciudad por primera vez en la historia.
En aquel verano, Antonio López, invitó a su majestad el rey a que celebrase en su pueblo un Consejo de Ministros y con motivo de tan egregio acto, en aquella pequeña ciudad costera, se inauguró el alumbrado eléctrico que era, en definitiva, lo que Antonio López quería que el rey y sus ministros presenciaran.
Comillas fue, gracias a la intervención del indiano Antonio López, la primera ciudad española en contar con luz eléctrica en sus calles y eso ocurría el año 1881, apenas un año después de que la electricidad hubiera alumbrado una ciudad por primera vez en la historia.
En aquel verano, Antonio López, invitó a su majestad el rey a que celebrase en su pueblo un Consejo de Ministros y con motivo de tan egregio acto, en aquella pequeña ciudad costera, se inauguró el alumbrado eléctrico que era, en definitiva, lo que Antonio López quería que el rey y sus ministros presenciaran.